Similitudes en el desarrollo: Karl von Baer (2 de 2)

Pruebas contundentes de la evolución
Von Baer no era un entusiasta de la evolución, por lo que le disgustó mucho que Darwin utilizara su obra para proporcionar algunas de las pruebas más convincentes en el Origen de las especies. Una especie hereda su programa de desarrollo de sus antepasados, por lo que se esperaría que dos especies con un parentesco cercano tuvieran embriones parecidos, aunque no necesariamente iguales. Con el paso del tiempo, los linajes evolucionan y se van separando unos de otros, y la selección natural modifica sus embriones de formas diversas, aunque quedan ciertos vestigios de su ascendencia común. Por eso todavía nos parecemos un poco a los peces en las etapas tempranas de nuestro desarrollo embrionario. Darwin no opinaba que la vida estaba dispuesta en una serie lineal desde lo inferior a lo superior; en lugar de eso, pericibía la vida ramificándose como un árbol a medida que aparecían nuevas especies. Esa ramificación se reflejaba en unas trayectorias de desarrollo similares, que finalmente daban lugar a pezuñas, garras y manos.