Vieja Tierra, antigua vida:
Georges-Louis Leclerc, conde de Buffon (2 de 2)

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Buffon creía que los elefantes indios y africanos actuales eran descendientes migratorios de los mamuts siberianos.

El origen espontáneo de la vida
Buffón afirmó que la vida, al igual que la Tierra, tenía una historia. Como muchos otros pensadores de la Ilustración, pensó que se generaba espontáneamente bajo las condiciones adecuadas. Buffón afirmó que en los océanos cálidos de la Tierra primitiva se generó una enorme cantidad de materia viva a partir de materia desorganizada, que se originaron incluso animales grandes. Con el tiempo, a medida que el clima del mundo se volvía más frío, muchos animales emigraron a los trópicos. Su migración daba sentido a los descubrimientos de la época de Buffon de elefantes fósiles en Siberia y Norteamérica, mientras que sólo había elefantes vivos en África y el Sur de Asia (dibujo de la derecha). La especie siberiana dio origen a los elefantes actuales, mientras que las formas de Norteamérica simplemente se extinguieron.

El cambio mediante migración
Según Buffon, la vida se originó dividida ya en varios tipos diferentes; «moldes internos» que organizaban las partículas orgánicas que formaban cualquier criatura. Pero durante las migraciones las formas de vida cambiaban. A medida que una especie se trasladaba a nuevos hábitats, cambiaba la provisión de partículas orgánicas que servían para crear nuevos individuos, por lo que las partículas cambiarían el molde de la especie. En otras palabras, Buffon estaba proponiendo un tipo de protoevolución. Aunque pensaba que este proceso no podía dar lugar a tipos de planes corporales radicalmente novedosos, sí que declaró que explicaba la distribución geográfica de especies similares por todo el mundo.

Las teorías de Buffon fueron visionarias, pero estaban condenadas porque se basaban en las pruebas relativamente escasas que tenían a su disposición los naturalistas del siglo XVIII. Su estimación de la edad de la Tierra resultó ser demasiado joven y sus nociones de cambio biológico no se basaron en un mecanismo coherente. Aún así, sus teorías pronosticaron algunos de los desarrollos más importantes de las ciencias naturales en las décadas siguientes a su muerte, desde los descubrimientos de Cuvier sobre las extinciones hasta las pruebas que descubrieron Lyell y otros geólogos acerca de la vasta edad del planeta y de la vida misma, o la propia teoría de la evolución de Darwin. Es posible que ninguna de las ideas de Buffon haya soportado el paso del tiempo, pero su trabajo fue, aún así, un hito de la ciencia porque pensó sobre la Tierra y la vida de formas de las que muy pocos lo habían hecho antes: tanto la vida como la Tierra tenían una historia.