La evolución y el desarrollo en el siglo XXI:
Stephen Jay Gould (2 de 2)

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Desencadenantes genéticos de los cambios en el desarrollo
Se ha demostrado que estos cambios de ritmo, llamados colectivamente heterocronía, son numerosos y significativos. Gould sabía muy bien que la explicación última de la heterocronía no se encontraría en diales de radio metafóricos, sino el los genes cuyos efectos representan esos diales. Aproximadamente a la vez que se publicaba Ontogenia y filogenia, los biólogos comenzaron a aislar por primera vez los genes implicados en el desarrollo. Desde entonces hemos conseguido echarle un mejor vistazo a cómo estos genes envían señales que desencadenan la acción de otros genes y cómo inducen la proliferación, muerte, desplazamiento a otras localizaciones o que permanezcan juntas las células embrionarias.

Un embrión de Drosophila expresa el gen hairy (peludo) (las bandas oscuras) durante sus primeras cuatro horas de vida. En la secuencia de arriba se muestran cuatro etapas de esta expresión. En las distintas especies el gen se activa en momentos ligeramente diferentes. En el cuadro D, una flecha marca el surco que terminará separando la cabeza del resto del cuerpo.

Al comienzo de esta nueva etapa científica, Gouls predijo que la heterocronía y otros cambios evolutivos similares no estaban dirigidos por los mismos genes que construían las distintas partes del cuerpo. En lugar de ello, los genes que regulan otros genes tendrían la llave de la evolución de los embriones. Su predicción ya se ha confirmado. En 2000, por ejemplo, Junhyong Kim y sus colegas biólogos de Yale compararon el momento en que se activaba un gen crucial del desarrollo (fotos de la derecha) en la mosca de la fruta, Drosophila melanogaster, y en dos especies emparentadas cercanamente, D. simulans y D. pseudoobscura. Encontraron que el gen empezaba a fabricar sus proteínas 24 minutos más tarde en D. pseudoobscura que en D. melanogaster. Mientras que D. simulans les lleva ventaja: su gen se activa 14 minutos antes. Este cambio da lugar a diferencias en sus características anatómicas, aunque el gen del desarrollo es idéntico en las tres especies.

A medida que los científicos han comenzado a aislar estos genes reguladores, se han sorprendido por lo potentes que son y por el tiempo que llevan ejerciendo su poder sobre el transcurso de la evolución.

• Drosophila, fotografías de embrion por cortesía de Junhyong Kim, University of Pennsylvania.

Nota de interés sobre los genes Hox. .